-Pariente,- porque tú serás pariente mío-, m’han dicho tus hermanos que si l’has arreglao el despertaor...; bueno, se hiso visita mía y me sacaba las conversaciones que le paresía. Un día que estaba mi papá allí me dise.
- Pariente, te voy a preguntar una cosa: ¿Aquella trioyana que hay allí con tus hermanos es también pariente mía?
-Hombre, claro, si es hermana
-Pó aquella con una cosa como un braso no s’apañaba.
Y eso con mi papá delante…No pensaba ná má qu’en eso…las jembras.
Una ves que robaron unos guarros, los guardias repreguntaban a tó el mundo. Chavito estaba por allí y le preguntaron también… y él ya estaba harto de preguntas…un día vieron asomar a los guardias:
“¡Ea, ya están aquí otra ves!, ¿a ónde me meto yo?”
Uno le dío: ahí. (Una espuerta grande de esas de comer las vacas).
Chavito se metió debao. Se lo dieron a los guardias y estos hasían como si lo buscaran por tos los laos. “a ónde estará este… que cuando no se presenta tiene que saber algo.”
“Bueno, ya que no damos con él, vamos a probar este surriago en la espuerta ésta…y Chavito salió pitando, echando sapos y culebras… por su boca.
Se iba Chavito al Cortio Grande y lo mandaban a Los Menores por leche, donde vivía el médico Salas que estaba casao con una hermana de los ricachones Antunes. Como era granuilla, iba bebiéndose la leche por el camino y ancá cañailla le echaba agua y al final llevaba agua ná má. Dearon de mandarlo por la leche y le dise Chavito:
-¿Compadre, es que ya no se toma leche?
-No, la leche s’arrematao
- ¿Y eso por qué?
-Porque tu tienes pocas cabras pá la leche que te bebes
-Sí, pero tampoco tengo vacas y saco mucho estiércol pesao… y después le desía a la gente: “A mi compadre le pasa como a tos los cortieros, trabao quiere mucho y bueno y la comía la da con mucho tiento.”
Transcripción: Luis Torremocha
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