D. Ubaldo le mandó reposo completo y que tuvieran cudiao porque estaba en una edá mu mala pá los tocamientos y eso era fatal pá su debiliá.
Así lo hisieron, sobre tó María; pero un día le dise María: “Mira, Antonio, quéate ahí con el niño, que voy a la tienda.”
Se sentó al lao de la cama Antonio y s’adormiló y enseguía el ío, manos a la obra.
El samarreo del catre lo dispertó:
-¡¡Chisss, mira, qué estas hasiendo!!
-Papá, yo no…, ná…
-¡¡No ná, no; pero sí!!: Ta-ta-ta, tatata tatatá,” mientras alsaba la mano, serrá, imitando los movimientos…¡¡que te estoy sintiendo!!
Fue Chavarrías, el del hombro, a pedirle cinco duros- aquellos tiempos tan malos-. Él estaba atereao cosiendo un serón.
-Mira, Antonio, aquí vengo que está la cosilla mu mala, a ver si me pues prestar sinco durillos
-Me cago en la mar, m’has pillao…
Al rato otra ves:
-Bueno, Antonio, entonses, ¿qué?
-Me cago en la mar… m’has pillao…
-¡¡Cosiendo un serón t’he pillao!!
También fue aquel D. Tomás, el que estaba casao con Dña Acoba, a pedirle sinco duros.
Antonio: Mira no pueo…tengo una casa íos…
Se fue Tomás y salió detrás, por la calle, Antonio, apurao, y también pá ponerse bien puesto:
-¡D. Tomás, D. Tomás!… este que sin mirar pá tras responde:
-¡¡D. Sipote!!
Era D. Tomás mu casaor. Fueron unos pocos a Bocanegra a casar...” allí, en tal sitio nos untamos” y allí comparecieron tos, menos D.Tomás. Se liaron a pegarle voses: Don Tomaaassss, Don Tomaaasss, y ná…Antonio… (O Bastian Billoto) que era má desidío se subió a una piedra: “verás como a mí m’oye”.
-¡Don Embusteroooo!
-¿Qué quieres?
Veis...
Transcripción; Luis Torremocha
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