El Gigante , el Hombresillo,
S’ha comprao un camioneta
Que le cabe en el bolsillo.
Venían recién casaos y tuvieron los íos aquí. Una de las veses que la muer se queó embarazada, - como no tenía a la madre ni nadie,- se lo desía tó a Bastianica La Cuella: “mire, me pasa esto, lo otro, mi niño está malito…” Y ella la sacaba d’apuros.
Un día tuvo uno, un niño, después otro. Y el niño, se dio ella cuenta, era chiquito, que tenía la lenguensilla verde. Cuando fue por los mandaos:
- “ Mire , Bastianica, tiene mi niño la lenguesilla verde
- Bastianica:
- Eso no es ná. A lo meor es que tú le has dao algo… sin querer darle importancia.
- No, si yo no le doy ná má qu’el pecho.
Como antes se desía que los bichos…, Bastianica:
-Mañana pones un poquito d’afrecho desde las escaleras hasta el cuarto... ¡Vaya que sea un bichillo u algo!
A la otra mañana, cuando dispertó, estaba un surco de un bicho largo. Había subío a la cama, le metió el opo al niño y el bicho se colgó a la teta. El niño tenía la lengua verde y era de chupar el opo de la culebra.
Transcripción: Luis Torremocha
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