Se estaba peleando Juanillo con otro, ancá Cañá, discutiendo y llegó Juan Samorano, que era su primo…, casi pá agarrarse estaban. Juan Samorano lo cogió, lo tiró al suelo, s’echó encima: “Eres tonto, tienes que estar de quimeras, chalao perdío.” Lo tuvo debao un rato y mus desíamos: “chiquillo, ahora cuando este levante se va a pelear con él”… Se levantó, se puso en pié y le dise a su primo- era tan buenísima persona-:
“ Primo, te compro la tierra de El Llano.”
Transcripción: Luis Torremocha
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