El gobernador se metió en el coche, pegó un portaso: “yo sé que hace falta, pero hay que pedir las cosas de otra manera”. Era el tema del agua. “Me dieron que yo tenía que haberle explicao el acuerdo al que habíamos llegao antes (Frasquito).
Bueno, antes la gente empesó a sacar pancartas y el gobernaor pegó un puñetaso en el capó de un coche. Chiquillo, la guardia sivil se deó de ir a los que tenían las pancartas, se formó un sambaleo, un voserío.
El ayuntamiento pagó una pancarta má grande y l’ Asosiasión de Vesinos otra. A la del ayuntamiento le habían puesto “BIENVENIDO SR: GOBERNADOR”.
Estábamos en la Juenteabao, esperando. Entonses el alcalde mandó bajar la de BIENVENIDO, por teléfono y se entendió malamente, que se quitara, que no la sacaran. No veas cómo se puso el alcalde.
Cuando se quitó de gobernador acabó de gerente de una empresa en Barselona, trabajaba uno de El Lugar y le dío “tu eres de Casabermeja, pues la que me liaron allí.”
Yo era consejal (Antonio), s’había desidío no ir (al resibimiento), pero yo fui y presisamente fui el que habló con el gobernador:
-Yo no sé cómo en este pueblo no hay industria de trabaar cosas de l’ arsilla
-Mire, es que aquí el problema, el principal problema es el agua, que no tenemos agua y pá eso hace falta mucha agua. Ademá esta tierra es mu dura, fuerte y tiene mescla de cal y entonses – yo he tenío amigos qu’ han sío teeros- hay que machacarla bien y expulgarle toa la cal y tirársela fuera; si no, al coserla, lo que se hasía era un boquete, que le llamaban “granaso.”
También se raja y hay que rebaarla con con otra tierra blanca que se revuelve y ya se pone buena
Transcripción:Luis Torremocha