Iban d’ asitunas una familia al cortío “La Serafina”, la madre iba preñá: “ ¡ay!, no tenía qu’ haber venío, estoy mala.” La madre d’ella, lo mismo:”Sí, no tenías que haber venío"...También iba un hermano de la madre, que era melliso y entonses se desía que los mellisos pá dar ventura tenían una grasia que hasía má efecto qu’ otros. Le dieron: “dale una untura a la niña”. Le dió su masae en la barriga con aseite, en el camino…y mejoró…
A los má o menos días nació un niño y un hermano, a la cuenta era el mayor, tontaco, dispuso de tirarse a un poso porque su hermana había parío siendo mozuela.
-¿Y se tiró?
- No, porque lo suetaban.
Cuando lloró el niño por primera ves: “¡Ea!, Serafin se llama.”, dío alguien. Es que estaban trabaando en un cortío, que se llamaba “Serafina.”
Transcripción: Luis Torremocha
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