“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Bastián Chavito (Continuación)4

Cuando dispuso casarse tenían que casarlo Juan Manuel y Cándida.
-El vieo: eso no pué ser.
-Entonses le pego fuego a la bodega
El vieo:
-Anda, casar al tonto éste, que es capás…
Ya casao, Juan Manuel le dise un día:
-Como familia que semos, tú ya tienes que ir acostumbrándote a subirte en el caballo, a dar vueltas a la ente en el tao, pá el día que yo no esté.
-Es verdá, es verdá lo que tu dises.
-Móntate en el caballo
De manera que se montó Chavito en el caballo, le pidió el sombrero plano, se lo puso. Le metieron un cardo borriquero al caballo debao del jopo y salió el caballo, vamos, corría hacia Cabrera, como una sombra.
Los moreros, los que había en Cabrera: “dónde irá el amo corriendo de esa manera,” pero cuando vieron que era Chavito, -si hubiera sío el señorito, no- salieron con las horcas y lo espantaron má. Fue a parar al Hospital, tó el río se lo saltó a pies juntillas. Los moreros del Hospital hisieron lo mismo, espantaron el caballo, que se volvió pá tras, otro salto en el río, Chavito botó pero cayó otra ves en el caballo…hasta que llegó a la alamea del Alcaire y allí cayó como una chaqueta viea.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”:BASTIAN CHAVITO (continuación)

Se casó y se fue a vivir a la Plasa Nueva. Él creía que casarse era estar tó el día encima de la jembra… y ya la muer no sabía por ónde echarlo y va y se lo dise a Mª Osefa, la madre de los Galanes, que era una muer de pro, apañá pá esos líos.
-Pó a ese le quito yo las ganas de jembra. A ese lo echo yo a trebaar…Si tu estas conforme con el plan que tengo, verás como se va a trebaar.
-Bueno, ¿qué vamos haser?
-Ésta noche s’acostais y apagas la lú. Yo me voy a meter debao de la cama antes, con una buena vara, que verás…
Se metió debao de la cama con su vareón y cuando apagaron la lú, chiquillo, no eran estacasos y Bastián:
-¿Y esto que es?, ¡esto qué es!...¡¡esto qué es!!
La muer le desía:” ¿qué?, yo no noto ná.
Otro trancaso y Bastian:
-¿Esto qué es lo que es?
-Bass-ti-annn, Bass-ti-annn: soy un pas-tas-ma.
“Yo no he visto un pastasma como éste.”
Entonses la muer, como ya lo tenía hablao: “dile que si es un alma del otro mundo que te diga lo que quiere”
-Si eres alma del otro mundo, díme lo que quieres.
-Que- te- va-yass a tra-baar al Alcaire mañana por la mañana trem-pa-nitooo y no vuel-vas en lar-go tiem-pooo
Él estaba eseando qu’amaneciera pá irse a trabaar… Y se jué.
Preguntaban, como la ente lo sabía:
-¿Qué t’ha paso? He’scuchao algo de un Pantasma
-Vamos, ¡un espanto de trabao no le sale a nadie ná má qu’a mí.! ¿A ver a quién l’ha salío un espanto de trabao? Yo escucho que salen espantos que le digan una misa a un santo…¡¡de trabao ná má qu’a mí!!
…Y es qu’el trabao no lo quería

Transacripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: BASTIAN CHAVITO (CONTINUACIÓN)

Fue una ves a La Vega , a Cañaones, había allí un capatás que era del Lugar, Bastian Botones. Mi tocayo, desía él. A los tres o cuatro dias d’entrar las fuersas de Franco en Málaga fue Chavito – ¡pá que le pusieran de comer!-, fue allí. Iba por la carretera, había una parea: un cabo y un guardia y serca un hombre d’aquellos alreeores.
El guardia dío: “quién será ese sueto que viene por ahí y el hombre le dío: “ese es un tonto de Casabermea, paisano del capatás y viene de ves en cuando… pero eso es un tonto.”
Cuando llegó a ellos:
-¿Compare a ónde se camina?
-Ahí voy a ver a mi tocayo
-¿Qué tocayo?
-Pues... ¡mi tocayo!, mi tocayo Bastián… ¡el de Los Cañaones!
Mu bien, hombre. Mu bien.
Como ellos sabían qu’ era tonto:
-¿Bueno, Vd. en qué se las busca; Vd. qué es lo que hase?
-Yo vendía en Málaga poleillo, yerbabuena y cosillas d’esas..., pero ¡desde que entró esta canalla estoy perdío!…Y eso a los tres o cuatro días d’haber entrao las fuersas en Málaga. Los guardias se dieron: “esto se ve que es un tonto perdío”… Ya ves, mataban a uno por mucho menos.
El cabo se reía y le dise Chavito:
-A ti te conosco yo
-¿¡A mi?!
-Sí, a ti, t’he visto yo tirar del copo muchas veses
-Anda, anda pá ancá tu tocayo, infelis.

Asomaba con hembras en cualquier sitio. Llegó al cortío Grande. Juan Manuel tenía parentesco con él, lo tuvieron que casar, a Chavito, con la Mamina, la hermana de la del agua, por coones…
Bueno, llevaba una hembra. Los acostaron en el paar y tos los que había allí… y les desía ella “ teneis que darme dineros” y le daban peasillos de librito, taquillos de papel y ella los guardaba, a oscuras,
A la mañana siguiente Chavito:
-¿Cuánto ganaste anoche?
Tiró d’aquello, los papeluchos que le habían dao.
-¡Ay, so tonto!, que esto no son billetes, son recortillos de papeles y cosas d’esas
-¡Y yo qué sé, como estábamos a oscuras, yo no vía ná!
-¡¡No vistes ná, pero las cosas gordas sí las vistes!!

Transcripción: Luis Torremocha

Entrega de premios de tiro al plato

“Esto era el antiguo Puerto de la Horca, estaba la maquina puesta al lado de la carrertera, pero esto era un premio local, por que habia premios para la gente del pueblo y la gente del fuera, y yo gane el primer premio, no me aucerdo de todos los que habia alli pero estaban Antoñito, Curro, Rigos, otro del Puerto de los Gallos, el Pepe del Puerto de la Horca, el hermano, el Juani y otros tiradores más. El primer premio era una copa, el segundo otra copa y luego a los otros le daban botellas de vino. Había dos tiradas, una en el día del Señor y otra en feria, yo la gane cinco años seguidos”. En esta foto aparecen de izquierda a derecha Joaquin el de Helena, Pepe el de la Rubia, Juan Durán y Bastian Caldera, que es el que esta dando la copa.
Agosto de 1968


“LAS COSAS DE EL LUGAR”: BASTIAN CHAVITO

Cuando le metió la hostia Juan Pasarríos, que era su hermano y había sío guardia. Chavito salía por la calle con una canastilla vendiendo quincalla.
Estaba en la Juentabao, vivía cerca, solo. Había ío por un cantarillo de agua. Allí se reunía mucha ente y le empesaron a desir tonterías, llegó su Juan y cogió y le dío:
-Coge el cantarillo y tira pá arriba, ¡so tonto!
-¡Es que estoy aquí con unos amigos!
-¡¡Que te vayas t’he dicho!! ¡¡Pá arriba ahora mismo!!
Como siguió resintiéndose le llamó candela, le pegó una guantá.
El cogió el cantarillo y se fué. Cuando ya no estaba al alcanse del hermano, se puso en lo alto de los teares aquellos y le dise:
“Amigo, como has sío guardia, qué bien sabes darlas”.

Lo meor de Bastian Chavito- el trabao no lo quería- era cuando llegó a El Moral. Estaba allí de continuo otro retrasaillo, Salvaor.
Le dise Teresa:
- “Te voy haser el café y aluego le ayúas a Salvaor a partir leña, sacar la cuadra…”
Se puso en la mesa, se tomó el café y dise:
-¡Teresa!, sabes lo que yo he pensao…que este es un cortío mu chico pá dos tontos… (Y es que además le temía a Salvaor porque él sabía que Salvaor sabía qu' él iba disiendo por El Lugar: "¡Pá que quedrá Dios a Salvaor el del Moral"!)

Otra ves se hiso el malo. Su sobrino lo había llevao a cortar aelfas al arroyo Los Pilones. Chavito tó el día debao de un olivo, tendío.
-¿Qué te pasa?
No sabía desirle lo que le pasaba.
-Bueno, esta tarde te llevo al médico
-Al médico no voy yo ni atao.
Lo subió en el borrico y llegó a la puerta de D. Ubaldo, en la esquina del Llanete y echó mano a baarlo.
-Mira, Pepito, tontería que te canses… ¡que yo no voy al médico!
-Entonses qué, te va ver el veterinario.
-¡Tampoco!
S’enritó el sobrino y empesó a tirar de él…
-Mira, tontería que te canses, lo que yo tengo no me lo va a quitar naide. Lo único que me lo quitaría sería una troyana como la que tú tienes pá toas las noches.

Venía Blas, que le gustaba el cachondeo, por el camino y se crusó con Chavito.
-Ñeta Bastián, ahora estás aquí, en este cortío. Aquí malo está eso, aquí no pillas ná... bueno, tampoco tú ya no estás pá trotes
-Que no, déame esa troyana que tu tienes y verás.
Estaba mu obsesionao con casarse…


Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: MARIANO PALETO

Mariano, cuando alguien le desía:
-Eso es mentira
-¡Mentira!, eso lo uro yo, míralas aquí (crusaba los deos y se los besaba), por mi hermana que está debao de la gloria comiendo tierra…, que eso que yo digo es verdá.

Otra ves Mariano con Marcos Cocurra, que estaba perdío con la política. Era socialista… porque el padre lo era. ¡Mira, Marcos con la propaganda de las elesiones se volvía loco!: “ahora vamos a barrer, los comunistas están equivocaos…nosotros semos los que tenemos que mandar en España”…y qué sé yo.
Estaba sentao en el Casino y llegó Mariano, borracho, y cuando lo vió, se tambaleó pá tras y le dío:
-¿Qué hase ¡¡CENAAACO!!?

Estaban de polémica con un guardia mu grande, un cabo, Gallardo, que le pegó a Paleto – ¡mira que pegarle a Paleto también...!-, la madre, que era má inocente qu’él, detrás d’él, iba pá ancá Juan Colores y llegó pegando puñetasos:
-¡¡A ese le quito yo la ropa, como me llamo yo Mariano!!¡Qué le quito la ropa!
-No, Mariano, no se la quites, hombre, que hase mucho frío y se vaya a resfriar.
¡¡Ese le quito yo la ropa!!
La madre, allí, mirándolo, dise:
-Éste habla mucho y no escapás de ná. Verás como yo se la quito.
-Oyes, Paca, tú se la quitas, tienes influencias pá eso
-Claro que sí, cuando yo le lleve un par de biscochos a Mariquita Molina, (alcaldesa de Colmenar), ese está ya mismo fuera del Cuerpo.

Paca era caía. Era de Fairola.
-El torero ese, Márquez, no tiene má remedio que ser tu sobrino (ella se llamaba Márquez). Tiene muchísimo dinero y te pué haser un regalito mu bueno
-Ah, sí, sí, tengo qu’ir, tengo qu’ir.
A los má o menos días:
-Ya h’ estao allí… a ver a mi sobrino.
-¿T’abrá hecho un regalito bueno? (Ni siquiera había ío).
-Sí, que me l’ha hecho.

Una chamailla que Mariano estuvo malo…, bueno que se cayó, s’ escalabró, Pico lo llevó al hospital, lo curaron, le echaron unos puntos y le dieron el alta. En ves de venirse, pilló pá llá, pá llá, pá Torremolinos…sus cuentas era venirse. Se lo encontró mi ío, (Miguel) por Playamar que estaba en una obra, lo vió
-Cucha, ¿dónde vas por aquí?
-Pá El Lugar
-Pero, chiquillo, estas esnortao.
Llamó un taxi y lo plantó en C/ Córdoba.

Al poco tiempo vino con 300 pts pá pagarme: “no, eso lo ves con él cuando lo veas.”



Paleto el mayor…, ¡lo que es que pasaba sequía el caballo del Mono!: lo llevaba tós los días a la Juentabao, por el mero hecho de darle un paseo… y desde la juente lo venían mareado muchísimo. Un día s’esbocó el caballo y se fue derecho a la ventana d’abao de la Posá…chiquillo, ¡¡pobretillo!, un encontronaso con el saliente de la ventana…y tos los dientes juera, un chorro sangre…
-Bueno, Paleto, ¡estas arreglao ahora sin dientes!
(Pegó un chiflío)
-¡Esto no es ná!, no ves que chiflo.

Transcripción: Luis Torremocha