Pascua, el vieo, dormía en la habitación que daba a la calle. Un día se metió un gato en un caño qu’había debao de la habitación y no podía salir y tó la noche maullando: miau, miau, miau… y Pascua el vieo no podía dormir… Oseito metió la mano en el caño y ¡¡no hiso ná el gato con la mano!!
Huertas le desía:
-Vamos a ver, Oseito, ¿cómo se quitan las almendras de noche pá que no se escuche el ruido ni ná?
-Hombre, eso no lo voy yo a desir aquí, ahora...,
A última hora lo desía:
-Eso se lleva uno frontil (lo que de esparto se le ponía en la frente a los bueyes), se pone en la rama del almendro, se tira d’ él con una maa de maar esparto y como esto no suena caen las almendras…
Hubo un sargento de la Benemérita, que era del Pueblesillo, que dispuso de haser una lista con tós los rateros del campo y Osetio las leía: Primero se pasa lista de tós los que quitan grano. Desía el nombre uno por uno. Después de los que quitan paa. Venga, uno por uno y se metía él…
Transcripción: Luis Torremocha