“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Garbansito

Estaba Garbansito una ves trabaando en El Calvario, arrancando piedras, él y Galán: los dos, por la mañana trempano. Garbansito hasía poco que se había peleao con la muer, l’había pinchao ella a él con unas tieras.
Estaba allí Pedro El Mono.
Garbansito, a toa la que pasaba: “¡Fulana!, ¿ no me das unas alpargatillas vieas?... Estaba escalso perdío.
A tó el que pasaba le pedía tabaco.
Era el día de S. José. Pedro El Mono lo llamó:
-Alonsico, ven pá cá
-¿Qué quieres, Pedro?
Y le dise:
“Mañanita de S. José
Amanesí sin un cuarto,
Escalso de los dos piés
Sin una hebra de tabaco y
majao de mi muer.”
- ¡Vaya, hombre, qué bonito!,… lo último de la copla es lo que má me gusta, le respondió Garbansito.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Baltasar Rinrín

Vivía en una casita, abandoná, de la Juenteabajo.
María Durán le compró ropa nueva y llamó a Juan Gallito: “Mira, vamos a ir a lavarlo, tu lo afitas,..” Y así lo hisieron.

Una que le llevaba café con leche tós los días era Bastiana la de Juanpepé. Un día volvió disiendo que ya no había que llevarle más café. Había muerto.

María Durán y Juan Gallito lo amortaaron, lo vistieron por última ves.

Fue carabinero por dos veses, pero en dambas veses lo expulsaron por la bebía.
Lo colocaron en unas bodegas y –¡¡lo malo que es la bebía, chiquillo!!- cuando no echaba vino por la boquilla le pegaba un tiro para que el vino saliera por el boquete Cuando echaron mano se había bebío una bota entera.

Luego en EL Lugar entraba en las tabernas. Él desía: “¿qué, me vas a conviar, m’ echas un vasillo vino?” La ente le echaba un vasillo vino y él:
“agraesío, y,
si lo llenas otra ves,
te lo vuelvo a agraeser.”
Entraba en otra taberna y le llenaban con los culillos, con los asientos, otro vasillo y le desían los chaveas:
- “Ahora mu tienes que desir cómo disen las tórtolas,
- Pues las tórtolas disen: “tortolás, tortolás…”
-¿Y las codornises?
-Las codornises disen: “luipepé, luipepé…”

Se dió cuenta que a la gente le daba escrúpulos y, como no era tonto, usaba un jarrillo lata que se echaba en el bolsillo.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Bastián Chavito (continuación)

Esteban el barbero, el de la patapalo, llamó una ves a Chavito y le dío:
“Ven pacá, que te voy a tomar las medías pá quitarte una pierna pá mí.”
Después, ¡cualquiera l’hasía arrimarse a la barbería!...y desía: “Pó má ha perdío él que yo…m’afitaba y pelaba allí y ya no voy…; ¡si Dios m’ha dao dos piernas sanas a mí porqué tengo yo que darle una a él.!”

Y cuando le desían “Juan Luque”…; un día le dío Miguelin, allí en Los Pleillos, “¡JuanLuque!”, y la pedrá que le pegó en la espalda fué ná. Llevaba piedras en los bolsillos, preparao, pá el que le diera Juan Luque… es que le metieron en la cabesa que Antonio Colores, que era el que tenía que proteerlo, porque él tenía media fanega tierra en Mallén y se la deó a su sobrina pá que cuidara d’él..., bueno, le metieron la ente de que Antonio Colores, que era el marío de su sobrina, estaba arreglando pá qu’él fuera al Servicio por un ío suyo que se llamaba Juan. Él desía que se llamaba Sebastian Rodríguez Mancebo y la ente le desía: “tú ya no te llamas así. Te llamas Juan Luque”.
(Él, que no había tenío suerte pá ná, del Servicio s’había librao).
“Yo no voy al Servicio, es el otro el que tiene que’ii…”
Y tó el mundo: ¡JuanLuuque!, y era lo má malo que se le podía desir.
Antonio Colores se fue a Gandía y le desían a Chavito: “Anda qu’está malamente, ha comprao dos o tres huertas… y má cosas, tiene hasta una tienda.” Y él desía: “no disen que lo robao no luce, pó a él sí que le está luciendo.”
Otras veses le desían: “No, disen que se enteraron que t’había robao y qué sé yo… y que lo metieron preso, bueno, que lo llevaban preso y s’escapó.
Y Chavito: “¡¡anda que si yo juera guardia civil me s’iba a escapar!!”

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Bastián Chavito (continuación)

A mí (Antonio) me pasó una cosa paresía: Los Muelas, que eran Rodríguez también, pá quitárselo d’ ensima me lo mandaban… M’ asoma un día y me dise:
-Pariente,- porque tú serás pariente mío-, m’han dicho tus hermanos que si l’has arreglao el despertaor...; bueno, se hiso visita mía y me sacaba las conversaciones que le paresía. Un día que estaba mi papá allí me dise.
- Pariente, te voy a preguntar una cosa: ¿Aquella trioyana que hay allí con tus hermanos es también pariente mía?
-Hombre, claro, si es hermana
-Pó aquella con una cosa como un braso no s’apañaba.
Y eso con mi papá delante…No pensaba ná má qu’en eso…las jembras.

Una ves que robaron unos guarros, los guardias repreguntaban a tó el mundo. Chavito estaba por allí y le preguntaron también… y él ya estaba harto de preguntas…un día vieron asomar a los guardias:
“¡Ea, ya están aquí otra ves!, ¿a ónde me meto yo?”
Uno le dío: ahí. (Una espuerta grande de esas de comer las vacas).
Chavito se metió debao. Se lo dieron a los guardias y estos hasían como si lo buscaran por tos los laos. “a ónde estará este… que cuando no se presenta tiene que saber algo.”
“Bueno, ya que no damos con él, vamos a probar este surriago en la espuerta ésta…y Chavito salió pitando, echando sapos y culebras… por su boca.

Se iba Chavito al Cortio Grande y lo mandaban a Los Menores por leche, donde vivía el médico Salas que estaba casao con una hermana de los ricachones Antunes. Como era granuilla, iba bebiéndose la leche por el camino y ancá cañailla le echaba agua y al final llevaba agua ná má. Dearon de mandarlo por la leche y le dise Chavito:
-¿Compadre, es que ya no se toma leche?
-No, la leche s’arrematao
- ¿Y eso por qué?
-Porque tu tienes pocas cabras pá la leche que te bebes
-Sí, pero tampoco tengo vacas y saco mucho estiércol pesao… y después le desía a la gente: “A mi compadre le pasa como a tos los cortieros, trabao quiere mucho y bueno y la comía la da con mucho tiento.”

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Bastián Chavito (Continuación)4

Cuando dispuso casarse tenían que casarlo Juan Manuel y Cándida.
-El vieo: eso no pué ser.
-Entonses le pego fuego a la bodega
El vieo:
-Anda, casar al tonto éste, que es capás…
Ya casao, Juan Manuel le dise un día:
-Como familia que semos, tú ya tienes que ir acostumbrándote a subirte en el caballo, a dar vueltas a la ente en el tao, pá el día que yo no esté.
-Es verdá, es verdá lo que tu dises.
-Móntate en el caballo
De manera que se montó Chavito en el caballo, le pidió el sombrero plano, se lo puso. Le metieron un cardo borriquero al caballo debao del jopo y salió el caballo, vamos, corría hacia Cabrera, como una sombra.
Los moreros, los que había en Cabrera: “dónde irá el amo corriendo de esa manera,” pero cuando vieron que era Chavito, -si hubiera sío el señorito, no- salieron con las horcas y lo espantaron má. Fue a parar al Hospital, tó el río se lo saltó a pies juntillas. Los moreros del Hospital hisieron lo mismo, espantaron el caballo, que se volvió pá tras, otro salto en el río, Chavito botó pero cayó otra ves en el caballo…hasta que llegó a la alamea del Alcaire y allí cayó como una chaqueta viea.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”:BASTIAN CHAVITO (continuación)

Se casó y se fue a vivir a la Plasa Nueva. Él creía que casarse era estar tó el día encima de la jembra… y ya la muer no sabía por ónde echarlo y va y se lo dise a Mª Osefa, la madre de los Galanes, que era una muer de pro, apañá pá esos líos.
-Pó a ese le quito yo las ganas de jembra. A ese lo echo yo a trebaar…Si tu estas conforme con el plan que tengo, verás como se va a trebaar.
-Bueno, ¿qué vamos haser?
-Ésta noche s’acostais y apagas la lú. Yo me voy a meter debao de la cama antes, con una buena vara, que verás…
Se metió debao de la cama con su vareón y cuando apagaron la lú, chiquillo, no eran estacasos y Bastián:
-¿Y esto que es?, ¡esto qué es!...¡¡esto qué es!!
La muer le desía:” ¿qué?, yo no noto ná.
Otro trancaso y Bastian:
-¿Esto qué es lo que es?
-Bass-ti-annn, Bass-ti-annn: soy un pas-tas-ma.
“Yo no he visto un pastasma como éste.”
Entonses la muer, como ya lo tenía hablao: “dile que si es un alma del otro mundo que te diga lo que quiere”
-Si eres alma del otro mundo, díme lo que quieres.
-Que- te- va-yass a tra-baar al Alcaire mañana por la mañana trem-pa-nitooo y no vuel-vas en lar-go tiem-pooo
Él estaba eseando qu’amaneciera pá irse a trabaar… Y se jué.
Preguntaban, como la ente lo sabía:
-¿Qué t’ha paso? He’scuchao algo de un Pantasma
-Vamos, ¡un espanto de trabao no le sale a nadie ná má qu’a mí.! ¿A ver a quién l’ha salío un espanto de trabao? Yo escucho que salen espantos que le digan una misa a un santo…¡¡de trabao ná má qu’a mí!!
…Y es qu’el trabao no lo quería

Transacripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: BASTIAN CHAVITO (CONTINUACIÓN)

Fue una ves a La Vega , a Cañaones, había allí un capatás que era del Lugar, Bastian Botones. Mi tocayo, desía él. A los tres o cuatro dias d’entrar las fuersas de Franco en Málaga fue Chavito – ¡pá que le pusieran de comer!-, fue allí. Iba por la carretera, había una parea: un cabo y un guardia y serca un hombre d’aquellos alreeores.
El guardia dío: “quién será ese sueto que viene por ahí y el hombre le dío: “ese es un tonto de Casabermea, paisano del capatás y viene de ves en cuando… pero eso es un tonto.”
Cuando llegó a ellos:
-¿Compare a ónde se camina?
-Ahí voy a ver a mi tocayo
-¿Qué tocayo?
-Pues... ¡mi tocayo!, mi tocayo Bastián… ¡el de Los Cañaones!
Mu bien, hombre. Mu bien.
Como ellos sabían qu’ era tonto:
-¿Bueno, Vd. en qué se las busca; Vd. qué es lo que hase?
-Yo vendía en Málaga poleillo, yerbabuena y cosillas d’esas..., pero ¡desde que entró esta canalla estoy perdío!…Y eso a los tres o cuatro días d’haber entrao las fuersas en Málaga. Los guardias se dieron: “esto se ve que es un tonto perdío”… Ya ves, mataban a uno por mucho menos.
El cabo se reía y le dise Chavito:
-A ti te conosco yo
-¿¡A mi?!
-Sí, a ti, t’he visto yo tirar del copo muchas veses
-Anda, anda pá ancá tu tocayo, infelis.

Asomaba con hembras en cualquier sitio. Llegó al cortío Grande. Juan Manuel tenía parentesco con él, lo tuvieron que casar, a Chavito, con la Mamina, la hermana de la del agua, por coones…
Bueno, llevaba una hembra. Los acostaron en el paar y tos los que había allí… y les desía ella “ teneis que darme dineros” y le daban peasillos de librito, taquillos de papel y ella los guardaba, a oscuras,
A la mañana siguiente Chavito:
-¿Cuánto ganaste anoche?
Tiró d’aquello, los papeluchos que le habían dao.
-¡Ay, so tonto!, que esto no son billetes, son recortillos de papeles y cosas d’esas
-¡Y yo qué sé, como estábamos a oscuras, yo no vía ná!
-¡¡No vistes ná, pero las cosas gordas sí las vistes!!

Transcripción: Luis Torremocha

Entrega de premios de tiro al plato

“Esto era el antiguo Puerto de la Horca, estaba la maquina puesta al lado de la carrertera, pero esto era un premio local, por que habia premios para la gente del pueblo y la gente del fuera, y yo gane el primer premio, no me aucerdo de todos los que habia alli pero estaban Antoñito, Curro, Rigos, otro del Puerto de los Gallos, el Pepe del Puerto de la Horca, el hermano, el Juani y otros tiradores más. El primer premio era una copa, el segundo otra copa y luego a los otros le daban botellas de vino. Había dos tiradas, una en el día del Señor y otra en feria, yo la gane cinco años seguidos”. En esta foto aparecen de izquierda a derecha Joaquin el de Helena, Pepe el de la Rubia, Juan Durán y Bastian Caldera, que es el que esta dando la copa.
Agosto de 1968


“LAS COSAS DE EL LUGAR”: BASTIAN CHAVITO

Cuando le metió la hostia Juan Pasarríos, que era su hermano y había sío guardia. Chavito salía por la calle con una canastilla vendiendo quincalla.
Estaba en la Juentabao, vivía cerca, solo. Había ío por un cantarillo de agua. Allí se reunía mucha ente y le empesaron a desir tonterías, llegó su Juan y cogió y le dío:
-Coge el cantarillo y tira pá arriba, ¡so tonto!
-¡Es que estoy aquí con unos amigos!
-¡¡Que te vayas t’he dicho!! ¡¡Pá arriba ahora mismo!!
Como siguió resintiéndose le llamó candela, le pegó una guantá.
El cogió el cantarillo y se fué. Cuando ya no estaba al alcanse del hermano, se puso en lo alto de los teares aquellos y le dise:
“Amigo, como has sío guardia, qué bien sabes darlas”.

Lo meor de Bastian Chavito- el trabao no lo quería- era cuando llegó a El Moral. Estaba allí de continuo otro retrasaillo, Salvaor.
Le dise Teresa:
- “Te voy haser el café y aluego le ayúas a Salvaor a partir leña, sacar la cuadra…”
Se puso en la mesa, se tomó el café y dise:
-¡Teresa!, sabes lo que yo he pensao…que este es un cortío mu chico pá dos tontos… (Y es que además le temía a Salvaor porque él sabía que Salvaor sabía qu' él iba disiendo por El Lugar: "¡Pá que quedrá Dios a Salvaor el del Moral"!)

Otra ves se hiso el malo. Su sobrino lo había llevao a cortar aelfas al arroyo Los Pilones. Chavito tó el día debao de un olivo, tendío.
-¿Qué te pasa?
No sabía desirle lo que le pasaba.
-Bueno, esta tarde te llevo al médico
-Al médico no voy yo ni atao.
Lo subió en el borrico y llegó a la puerta de D. Ubaldo, en la esquina del Llanete y echó mano a baarlo.
-Mira, Pepito, tontería que te canses… ¡que yo no voy al médico!
-Entonses qué, te va ver el veterinario.
-¡Tampoco!
S’enritó el sobrino y empesó a tirar de él…
-Mira, tontería que te canses, lo que yo tengo no me lo va a quitar naide. Lo único que me lo quitaría sería una troyana como la que tú tienes pá toas las noches.

Venía Blas, que le gustaba el cachondeo, por el camino y se crusó con Chavito.
-Ñeta Bastián, ahora estás aquí, en este cortío. Aquí malo está eso, aquí no pillas ná... bueno, tampoco tú ya no estás pá trotes
-Que no, déame esa troyana que tu tienes y verás.
Estaba mu obsesionao con casarse…


Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: MARIANO PALETO

Mariano, cuando alguien le desía:
-Eso es mentira
-¡Mentira!, eso lo uro yo, míralas aquí (crusaba los deos y se los besaba), por mi hermana que está debao de la gloria comiendo tierra…, que eso que yo digo es verdá.

Otra ves Mariano con Marcos Cocurra, que estaba perdío con la política. Era socialista… porque el padre lo era. ¡Mira, Marcos con la propaganda de las elesiones se volvía loco!: “ahora vamos a barrer, los comunistas están equivocaos…nosotros semos los que tenemos que mandar en España”…y qué sé yo.
Estaba sentao en el Casino y llegó Mariano, borracho, y cuando lo vió, se tambaleó pá tras y le dío:
-¿Qué hase ¡¡CENAAACO!!?

Estaban de polémica con un guardia mu grande, un cabo, Gallardo, que le pegó a Paleto – ¡mira que pegarle a Paleto también...!-, la madre, que era má inocente qu’él, detrás d’él, iba pá ancá Juan Colores y llegó pegando puñetasos:
-¡¡A ese le quito yo la ropa, como me llamo yo Mariano!!¡Qué le quito la ropa!
-No, Mariano, no se la quites, hombre, que hase mucho frío y se vaya a resfriar.
¡¡Ese le quito yo la ropa!!
La madre, allí, mirándolo, dise:
-Éste habla mucho y no escapás de ná. Verás como yo se la quito.
-Oyes, Paca, tú se la quitas, tienes influencias pá eso
-Claro que sí, cuando yo le lleve un par de biscochos a Mariquita Molina, (alcaldesa de Colmenar), ese está ya mismo fuera del Cuerpo.

Paca era caía. Era de Fairola.
-El torero ese, Márquez, no tiene má remedio que ser tu sobrino (ella se llamaba Márquez). Tiene muchísimo dinero y te pué haser un regalito mu bueno
-Ah, sí, sí, tengo qu’ir, tengo qu’ir.
A los má o menos días:
-Ya h’ estao allí… a ver a mi sobrino.
-¿T’abrá hecho un regalito bueno? (Ni siquiera había ío).
-Sí, que me l’ha hecho.

Una chamailla que Mariano estuvo malo…, bueno que se cayó, s’ escalabró, Pico lo llevó al hospital, lo curaron, le echaron unos puntos y le dieron el alta. En ves de venirse, pilló pá llá, pá llá, pá Torremolinos…sus cuentas era venirse. Se lo encontró mi ío, (Miguel) por Playamar que estaba en una obra, lo vió
-Cucha, ¿dónde vas por aquí?
-Pá El Lugar
-Pero, chiquillo, estas esnortao.
Llamó un taxi y lo plantó en C/ Córdoba.

Al poco tiempo vino con 300 pts pá pagarme: “no, eso lo ves con él cuando lo veas.”



Paleto el mayor…, ¡lo que es que pasaba sequía el caballo del Mono!: lo llevaba tós los días a la Juentabao, por el mero hecho de darle un paseo… y desde la juente lo venían mareado muchísimo. Un día s’esbocó el caballo y se fue derecho a la ventana d’abao de la Posá…chiquillo, ¡¡pobretillo!, un encontronaso con el saliente de la ventana…y tos los dientes juera, un chorro sangre…
-Bueno, Paleto, ¡estas arreglao ahora sin dientes!
(Pegó un chiflío)
-¡Esto no es ná!, no ves que chiflo.

Transcripción: Luis Torremocha